En un
amplio reportaje que publicó en su revista dominical, el diario
The New York Times presenta al narcotraficante Joaquín
El Chapo Guzmán como un empresario innovador y una figura que ha desafiado el destino que generalmente tiene la mayoría de los capos, que es la prisión o la muerte a temprana edad.
El influyente periódico destaca también que en agosto de 2011 la esposa de Guzmán, Emma Coronel, dio a luz a dos gemelas en Los Ángeles.
Las pequeñas son hijas del líder del cártel de Sinaloa. Estados Unidos no pudo impedir que nacieran en ese país porque Coronel es ciudadana norteamericana.
El diario publica, con datos de la Corporación RAND, que el ingreso bruto de las exportaciones a EU de los cárteles mexicanos es de 6.6 mil millones de dólares.
Si la organización de El Chapo abarca entre el 40 y 60 por ciento, esto significa que recibe anualmente unos 3 mil millones de dólares, cifra equiparable a las de Netflix, o en este año Facebook, se indica.
Como parte de sus habilidades, el Times atribuye a “quien sería el criminal más buscado por EU en el mundo post-Bin Laden” haber inventado los narcotúneles a finales de los 80, para cruzar droga en la frontera entre Agua Prieta, Sonora, y Douglas, Arizona.
Con el título de “Cocaine, Incorporated”, el reportaje de Patrick Radden Keefe, exasesor del secretario de Defensa, señala que el cártel de Sinaloa es “una organización compleja y multimillonaria con operaciones en más de una docena de países”, y ubica a Guzmán como presidente del consejo de administración de esa organización delictiva transnacional.
El trabajo periodístico expone que el cártel de Sinaloa puede comprar un kilo de cocaína en Colombia o Perú por 2 mil dólares y ver su valor incrementarse mientras avanza en el mercado.
En México el kilo alcanza más de 10 mil dólares, pero al cruzar a Estados Unidos se vende en 30 mil dólares al mayoreo. Dividido en dosis, el mismo kilo alcanza los 100 mil dólares, precio mayor al del oro.
El reporte señala que a los 55 años que tiene El Chapo, el legendario narcotraficante colombiano Pablo Escobar llevaba 10 años muerto. Precisa además que según la DEA, Guzmán vende más drogas que las que Escobar llegó a distribuir en su apogeo.
Keefe aclara que debido a que los cárteles no emiten estados financieros anuales ni son auditados, sus ganancias no se pueden calcular con precisión.
Sin embargo, el Departamento de Justicia norteamericano estima que las mafias mexicanas y colombianas manejan entre 18 y 39 mil millones de dólares anuales.
La Corporación RAND, dedicada al análisis geopolítico, calcula el ingreso bruto de las exportaciones a EU de los cárteles mexicanos en 6.6 mil millones de dólares.
Si la organización de El Chapo Guzmán abarca entre el 40 y 60 por ciento, esto significa que recibe al año unos 3 mil millones de dólares, cantidad comparable a las de Netflix, o en este año Facebook, detalla el reporte.
“El Chapo siempre habla del negocio de la droga, donde quiera que esté”, dijo un testigo ante un gran jurado norteamericano, describiendo a un emprendedor automotivado, incluso obsesivo, con una tendencia a la microadministración.
Según el reportaje, desde su escondite en la sierra, Guzmán vigila una compleja red logística, comparable con la de Amazon o de UPS: “doblemente sofisticada porque los traficantes deben mover tanto sus productos como sus ganancias en secreto, además de maniobrar para evitar la muerte o el arresto”.
Tráfico a pesar de los muros fronterizos
El negocio de la cocaína requiere una gran inversión, la cual es subsidiada según el diario neoyorquino por el tráfico de mariguana, el cual continúa a pesar de los muros fronterizos y vigilancia con tecnología de punta.
De hecho, la DEA señala que para burlar una cerca altamente tecnificada en California, el cártel de Sinaloa lanzaba desde México las pacas de mariguana con una catapulta.
“Tenemos el mejor muro que se puede comprar, y ellos nos responden con tecnología de 2 mil 500 años atrás”, afirmó Michael Braun, exdirectivo de la Agencia Antinarcóticos.
El futuro del narcotráfico está puesto en las drogas sintéticas. Keefe cita a Anabel Hernández, autora de Los Señores del Narco, quien asegura que Ignacio Nacho Coronel, uno de los lugartenientes de Guzmán, vio el potencial económico de las metanfetaminas.
“Nacho era como Steve Jobs: vio el futuro”, señala Hernández.
Las alianzas de sangre
Como en las dinastías de los grandes imperios, el narco pacta matrimonios para evitar traiciones y fricciones entre grupos rivales. Son las llamadas “alianzas de sangre”, porque muchos de sus miembros son primos por matrimonio o cuñados.
Emma Coronel, la esposa de El Chapo y madre de las gemelas nacidas en Los Ángeles, es sobrina de Nacho Coronel, el “Steve Jobs de las metanfetaminas”, quien murió en un tiroteo con el Ejército Mexicano en 2010.
Al emparentar, se busca evitar conflictos como el que surgió entre Guzmán Loera y su amigo de la infancia, socio y luego rival Arturo Beltrán Leyva. Tras la ruptura entre ambos en 2008, se acusa a Beltrán de haber matado a dos de los hijos de El Chapo, según señala el texto publicado hoy en la revista dominical de The New York Times.