LADDO: El Ministro Terrorista

Sumario:

Posterior a los recientes ataques terroristas en la provincial Sistan-Balochistan en Irán, Irán buscó la ayuda de la Interpol a fin de presentar a los culpables ante la justicia. Sin embargo, Irán se ha rehusado persistentemente a cooperar con la Interpol respecto a los cinco ciudadanos iraníes buscados por el bombazo de la AMIA en Buenos Aires en 1994.
El bombazo de 1994 causó la muerte de 85 personas y se dió posterior a la cancelación por parte de Argentina de contratos nucleares que tenía con Irán. Después de una ardua y problemática investigación, la Interpol envió “alertas rojas” sobre cinco sospechosos iraníes y un libanés en 2007
Uno de los sospechosos, Ahmad Vahidi, quien era comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica al momento del bombazo, fue nombrado recientemente como ministro de defensa por Ahmadinejad. Las objeciones de Argentina fueron ignoradas y en su lugar, el nombramiento de Vahidi ha sido promocionado como una “bofetada a Israel”.
El bombazo de la AMIA y el nombramiento de Vahidi son temas que debían de haber sido tratados durante la visita de Ahmadinejad a Sudamérica la semana pasada. No debería de permitírsele a Irán seguir exportando terrorismo hacia latinoamérica sin ni siquiera elevar una objeción.

Introducción

Posterior a los recientes ataques terroristas en la provincial Sistan-Balochistan en el sureste de Irán, que mató a 42 personas, el gobierno iraní buscó la ayuda de la Interpol para arrestar a los responsables. Jundullah (“Soldados de Alá”), un grupo Sunni- Balochí con base en la provincia de paquistaní de Balochistan, al otro lado de la frontera con Sistan-Balochistan en Irán, se adjudicaron el atentado. Oficiales del gobierno iraní culparon del ataque, sin lugar a dudas a Paquistán, “el gran Satanás Estados Unidos y su aliado Gran Bretaña,” y el “régimen sionista” en Israel [1]

Pero el individuo que las autoridades iraníes estaban más interesadas en aprehender después de la atrocidad era el líder de Jundallah, Abdel Malik Rigi y es por la aprehensión de Rigi por lo que Irán a buscado la ayuda de la Interpol, de acuerdo con la Agencia Iraní de Noticias (Fars). Irán alertó a la Interpol sobre el hecho de que Rigi usa identidades falsas y diversos alias al viajar a países como Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, denunciando también que Jundallah obtiene ayuda financiera, armas e inteligencia de “numerosos países”, incluyendo a los Estados Unidos. [2]

Lo irónico de la solicitud de ayuda de Irán a la Interpol es que desde el 2007 Irán se a rehusado a cooperar con la misma después de que ésta emitió “alertas rojas”, el equivalente a poner a un sospechoso en la lista de los más buscados, sobre cinco ciudadanos iraníes y uno libanés, en conexión con el bombazo de la Asociación Mutualista Israel-Argentina (AMIA), un centro comunitario judío en Buenos Aires en 1994. El ataque mató a 85 personas y cientos resultaron heridos, y después de 15 años nadie ha sido presentado ante la justicia. Irán culpa a una “intriga sionista” a las acciones de la Interpol [3]

Irán no solo ha fallado en echarle mano a ninguno de los sospechosos, sino que también, recientemente nombró a uno de ellos a su gobierno. El presidente Mahmoud Ahmadinejad eligió como Ministro de Defensa a Ahmad Vahidi, uno de los cinco iraníes sujetos a la “alerta roja” emitida por la Interpol en el caso del bombazo de la AMIA en 1994. Vahidi es un ex- comandante de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (Quds), responsable de operaciones fuera de Irán y quien está acusado de planear el ataque, que se cree fue llevado a cabo por Hezbollah, una organización libanesa patrocinada por Irán. Vahidi fue confirmado como Ministro de Defensa por el parlamento iraní bajo cantos de “muerte a Israel”. [4]

El bombazo de la AMIA

El 18 de Julio de 2004, un carro bomba (una van de la marca Renault) cargada con nitrato de amonio, fertilizante y aceite combustible fue detonada en frente del edificio de la AMIA, en una zona con alta densidad de construcción en Buenos Aires. La explosion causó el colapso casi total del edificio. Ochenta y cinco personas murieron y más de 300 resultaron heridas. Este ataque sucedió dos años después del ataque a la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, el cual mató a 29 personas. Al día siguiente del ataque a la AMIA, un bombazo suicida en un vuelo comercial panameño mató a los 21 pasajeros a bordo del avión. Una semana después, la embajada de Israel y la Casa Balfour en Londres fueron también atacadas con un carro bomba.

Motivos para el ataque

El factor común que une a todos los ataques es que todos ellos tenían blancos judíos e israelíes como objetivo (la mayoría de los ocupantes el vuelo panameño eran judíos). Argentina tiene la población judía mas grande de América Latina. Existe también la creencia de que los ataques terroristas en Buenos Aires se deban a una “represalia” deliberada específicamente contra Argentina después de que Argentina frenó la exportación de materiales nucleares a Irán. Argentina e Irán habían alcanzado tres acuerdos nucleares a finales de los 80, de acuerdo a lo revelado en el reporte oficial de la fiscalía sobre el bombazo de la AMIA. El primero, trataba sobre la ayuda para convertir un reactor nuclear en Irán para que este pudiera utilizar uranio enriquecido al 20% e incluía el envío de dicho uranio a Irán. El segundo y tercer acuerdo eran sobre asistencia técnica, incluyendo componentes para la construcción de planas piloto para la conversión de dióxido de uranio. En enero de 1992, después de las objeciones norteamericanas, Argentina anunció la suspensión del envío de materiales nucleares a Irán. En Argentina, el presidente Carlos Menem canceló posteriormente los contratos nucleares con Irán. El ex-oficial de inteligencia iraní Abdolghassem Mesbahi denunció que el motivo del bombazo de 1994 había sido el deseo de Irán de vengarse de Argentina por haber cortado el suministro de materiales nucleares. Al mismo tiempo, el gobierno de Menem estaba rediseñando su política externa específicamente con los Estados Unidos, como por ejemplo el hecho de que haber enviado naves militares al Golfo Pérsico durante la Guerra del Golfo en 1991 hubiera ofendido posteriormente a la República Islámica. [5]

La investigación del bombazo

La investigación oficial del bombazo por parte del servicio de seguridad de Argentina, la Secretaría de Inteligencia (SIDE), concluyó que el ataque había sido obra de un atacante suicida, Ibrahim Hussein Berro, un combatiente libanés de Hezbollah que había pasado algún tiempo en Irán. El veredicto fué posteriormente apoyado por el Congreso de los Estados. [6]

Mas allá de ésto, las investigaciones argentinas fueron lentas e ineficaces. El juez investigador Juan José Galeano, quien fue posteriormente removido de su cargo por “serias irregularidades” y su manejo errático del caso, tuvo a veinte oficiales de la Policía Bonaerense arrestados bajo sospecha de formar parte de una “conexión local” en el bombazo. Todos fueron posteriormente exonerados. [7] Menem, mientras tanto, era acusado de haber recibido un soborno de $10 millones de dólares por parte de Irán para encubrir la verdad detrás del atentado. [8]

Debido a ésto, tomó años antes de que fueran dictadas órdenes de aprehensión por el ataque. En 2005, el nuevo presidente argentino Néstor Kirchner llamó a las investigaciones sin resolver “una desgracia nacional. [9] Finalmente en 2006, fueron nombrados algunos sospechosos cuando un juez argentino expidió órdenes de aprehensión para nueve sospechosos iraníes, incluyendo al ex-presidente Akbar Hashemi Rafsanjani. [10] El nuevo fiscal Alberto Nisman dijo que la decisión del bombazo “no había sido tomada por un pequeño grupo de funcionarios islámicos extremamente radicales, sino que fué una decisión extensamente discutida y finalmente aprobada por un consenso de los mas altos representantes del gobierno de Irán en ese tiempo.” [11]

En 2007, la Interpol emitió “alertas rojas” contra cinco sospechosos iraníes, que no incluían a Rafsanjani, y contra otro sospechoso libanés. Se expidieron órdenes de aprehensión contra Ahmed Vahidi, así como del ex- líder de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (Quds) Mohsen Rezai y dos diplomáticos iraníes con base en la embajada de Irán en Buenos Aires, Mohsen Rabbani y Ahmad Reza Asghari. El sospechoso libanés era Imad Mughniyah, una figura prominente en Hezbollah y quien también se encontraba entre la lista de los más buscados por el FBI, por el secuestro de un avión en 1985. Resultó muerto a causa de la explosión de una bomba en Damasco en 2008. [12] Un portavoz del Ministerio del Exterior iraní rechazó la medida diciendo: “Las nuevas fabricaciones de evidencia están siendo conducidas bajo el marco de un complot sionista,” que intenta desviar “la atención mundial lejos de los crímenes perpetrados por sionistas en contra de mujeres y niños en Palestina” [13] Está de mas decir que Irán rehusó aprehender a ninguno de los sospechosos. Teherán trató también de advertir a Kirchner de no llevar el asunto ante la Asamblea General de la ONU, diciendo que ésto significaría que Argentina se estaba “aliando con los enemigos de Irán”. Kirchner ignoró la advertencia y criticó a Irán en la ONU por no cooperar con la investigación. [14]

El nombramiento de Vahidi

Ahmed Vahidi fue anunciado como el elegido de Mahmoud Ahmadinejad como el ministro de defensa de su gabinete después de las robadas elecciones presidenciales de este año. Su designación debía de ser aprobada por el parlamento iraní en septiembre. El gobierno argentino describió este hecho como “una afrenta hacia la justicia argentina y hacia las victimas del brutal ataque terrorista” y “condenó ásperamente” esta medida, mientras que Barack Obama la describió como “molesta”. [15] Irán nuevamente se refirió a las críticas sobre la nominación como “un complot sionista” y el vocero del Ministerio del Exterior, Hassan Qashqavi acusó a Argentina de interferir en los asuntos internos de Irán, añadiendo: “es un insulto para la inteligencia del pueblo argentino que su sistema judicial persiga casos judiciales en línea con los intereses de los sionistas” [16]

La respuesta de los parlamentarios iraníes fue un poco diferente. El presidente del comité de política exterior iraní, Alaeddin Boroujerdi, dijo que las acusaciones “no tendrán ningún impacto negativo en la popularidad” del General Vahidi, “por el contrario, podría incrementar su voto.” Durante la audiencia en el parlamento, un miembro, Hadi Qavami, declaró que inicialmente se había opuesto a la nominación, pero que cambió de parecer después de la “acusaciones sionistas” y que ahora votaría por el. Este comentario generó cantos y gritos de “Muerte a Israel” por parte de otros diputados. Ningún diputado se pronunció en contra de su nominación. [17]

Aún cuando tres de los candidatos de Ahmadinejad fueron rechazados, lo que fué interpretado como un revés político para el presidente, Vahidi fue apoyado de manera aplastante. [18] Su designación fue recibida con cantos de Muerte a Israel” los diputados mientras que el mismo Vahidi la describía como una “bofetada decisiva a Israel”. [19] Nisman, el fiscal argentino declaró: “Es significativa esta nominación, pero no sorprendente. Irán siempre ha protegido terroristas, dándoles puestos gubernamentales, pero pienso que nunca antes alguno tan alto como éste.”" [20]

Conclusión

La designación de Irán de uno de los sospechosos del bombazo a la AMIA a su gobierno, llega por supuesto, en un momento en el que Irán se encuentra bajo un renovado escrutinio sobre su programa nuclear. El tema del bombazo de la AMIA puede parecer pequeño, comparativamente. Es sin embargo, no solo en los intereses de la justicia sino en los mas amplios intereses de la comunidad internacional el tratar de frenar a Irán de que siga exportando terroristas., de ejercer presión sobre Irán por este incidente y no solo pr parte de Argentina. Fuerzas especiales israelíes decomisaron recientemente un carguero con 500 toneladas en armas que viajaban de Irán a Líbano. [21] El asunto de la AMIA es un recordatorio de que el terrorismo patrocinado por Irán no solo afecta a Israel y el Medio Oriente, sino que tiene un alcance global. Si las naciones no cooperan una con otra y se unen en un esfuerzo universal para frenar la exportación del terrorismo iraní, y en su lugar insisten en ver sus muchas manifestaciones como casos aislados, solo van a facilitarle las cosas a Irán para que continúe patrocinando movimientos terroristas y para evitar acciones internacionales más severas con su programa nuclear. Debe de mantenerse la presión sobre Irán en todas las áreas, no solo sobre su programa nuclear, dado que las presiones internacionales son el único camino que podría hacer cambiar la conducta del régimen. Las medidas enérgicas del régimen enm contra de quienes apoyan a la oposición desde la disputada elección presidencial ha mostrado que tomar una línea conciliatoria con el régimen solo lo envalentona mas.

El maltrato de Irán a la Argentina es lo más pulsante dados sus esfuerzos por expandir su influencia en América Latina, a través del comercio, inversiones, acuerdos petroleros y alianzas diplomáticas. [22] Como una de las mas grandes atrocidades de América Latina, el bombazo a la AMIA debería de ser un asunto no solo de la Argentina, sino de los otros gobiernos de la región y para las instituciones panamericanas, tales como la Organización de Estado Americanos (OEA). Mahmoud Ahmadinejad estuvo de visita la semana pasada. Ha sido la primera visita a Brasil por un presidente iraní, reuniéndose con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva. [23] Se ha discutido que la hospitalidad de Brasil a Ahmadinejad le ha dado legitimidad: Esta era la oportunidad de Brasil para cuestionarlo sobre la designación de Ahmad Vahidi y otros tantos temas. Como la fuerza regional emergente, ésta era una oportunidad que Brasil debería de haber aprovechado. Si es que la hospitalidad hacia Irán fuera a servir de algo realmente útil, era para eso. Desafortunadamente, ésto no sucedió. Por el contrario, Silva utilizó el encuentro para anunciar que “reconocería el derecho de Irán de desarrollar un programa nuclear pacífico” y para instar a Ahmedinejad a continuar “enganchando a países interesados en buscar una solución justa y balanceada respecto al asunto nuclear iraní” [24] Mas tarde, Ahmadinejad visitó a sus aliados en la región, Evo Morales de Bolivia y Hugo Chávez de Venezuela. No es de sorprender que ninguno de ellos haya traído a la mesa el bombazo de la AMIA ú algunos otros temas cuestionables, a pesar de su retórica acerca de la unidad latinoamericana. Es molesto que Irán esté buscando expandir su influencia en un área donde ha conducido una serie de ataques terroristas en tiempos de paz, para posteriormente nombrar a uno de sus ejecutantes para un puesto en su gobierno. Cómo los países de la región respondan a ésto, será una prueba para América Latina. Los indicadores actuales indican que probablemente le permitan a Irán seguir adelante con sus planes.

Peter John Cannon es el Director de la Sección América Latina de la Henry Jackson Society.

[1] http://www.cnsnews.com/news/article/55705

[2] http://www.cnsnews.com/news/article/55832

[3] http://www.cnsnews.com/news/article/18778

[4] http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/middleeast/iran/6126821/Iranian-MPs-back-1994-bomb-suspect-as-defence-minister.html

[5] http://www.atimes.com/atimes/Middle_East/HK15Ak03.html

[6] http://web.israelinsider.com/Articles/Security/6998.htm

[7] http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/americas/4743927.stm

[8] http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/americas/3179861.stm

[9] http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/americas/4423612.stm

[10] http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/americas/6134066.stm

[11] http://www.cnsnews.com/news/article/52925

[12] http://www.cnsnews.com/news/article/52925