"Tenemos que hablar y discutir acerca de Israel con cierta normalidad". El ex presidente del Gobierno José María Aznar se mantiene en escena, con sus giros y requiebros. Suya es la firma de la propuesta. Y sobre ella se asienta la iniciativa Friends of Israel (Amigos de Israel), organización que viene a nacer en tiempos revueltos: evidentemente, no son los mejores días para debatir con calma acerca de Israel. En el ojo del huracán se encuentra cada una de sus acciones, desacreditadas desde el asalto al Mavi Marmara, dos semanas atrás, en el que murieron nueve activistas.
Sea o no un momento oportuno, la idea tiene su miga. Se trata de occidentalizar Israel, tan enclavado como está al fondo del Mediterráneo. Occidentalizarlo, contextualizarlo como una nación del oeste y legitimar su derecho a defenderse. "Con Israel, compartimos las mismas preocupaciones -propone la iniciativa-: a ambos nos preocupa el auge del fundamentalismo islámico y del yihadismo y la perspectiva de un Irán nuclear...".
Aznar, reza la web de la iniciativa (www.friendsofisraelinitiative.org ), no está solo en el empeño. Le secundan más de 2.400 firmantes, algunos de enorme peso. Líderes de opinión como David Trimble (Nobel de la Paz), John R. Bolton (ex embajador de Estados Unidos en la ONU), Alejandro Toledo (ex presidente de Perú), el ex ministro español Carlos Bustelo, el historiador británico Andrew Roberts o la diputada italiana Fiamma Nerestein.
"En un mundo ideal -escribía Aznar en The Times el pasado jueves-, el asalto de comandos israelíes al Mavi Marmara no debería haber acabado con nueve muertes y muchísimos heridos (...) Pero en un mundo ideal, ningún Estado, y tampoco un aliado reciente de Israel como Turquía, hubiera esponsorizado y creado una flotilla cuyo único propósito era fijar un marco imposible para Israel: obligarle a abandonar su política de seguridad y levantar el bloqueo marítimo (sobre el puerto de Gaza) o a desencadenar la ira del mundo".
En aquellos días, la decisión fue pública y popularmente conocida: Israel asaltó la flotilla.
Así que se enfureció el mundo.
El mensaje de la iniciativa llega en un momento controvertido para Israel. Tiene en contra a la opinión pública internacional. Muy pocos han salido en defensa del Gobierno Netanyahu, por mucho que se haya edulcorado el bloqueo sobre Gaza. Israel está bajo la lupa, y ese asunto inquieta a Aznar. "Israel es nuestra primera línea de defensa en una región turbulenta que está constantemente en peligro de descender hacia el caos. Una región vital para la seguridad de nuestra energía, dependiente del petróleo de Oriente Medio. Una región en primera línea en la lucha contra el extremismo. Si Israel se hunde, nos hundimos todos...", dice en su artículo en The Times.
Fuente: LaVanguardia.es