Las FARC son consideradas como una organización terrorista. Foto: Archivo | La Estrella
Un líder de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), acusado de enviar cocaína a los carteles mexicanos y solicitado en extradición por Estados Unidos, murió en un ataque militar en el sur de Colombia, un golpe considerado por el gobierno como otro paso en el debilitamiento de la guerrilla.
La muerte de Oliver Solarte, integrante del frente 48, se produjo el lunes cerca del municipio de San Miguel, en el departamento del Putumayo, próximo a la frontera con Ecuador, dijo el presidente Juan Manuel Santos.
‘Se dio de baja a un bandido llamado Oliver Solarte, este bandido era una persona muy importante dentro de las FARC (...) manejaba todo el narcotráfico y el tráfico de armas del Bloque Sur de las FARC’, precisó el mandatario.
Sin bajar la guardia
‘Tenía contactos con los carteles de México en su labor de traficar drogas y de conseguir financiación para este grupo terrorista. Es un golpe muy importante que han dado nuestras Fuerzas Armadas, las FARC sufren un nuevo golpe, van cayendo uno tras otro, no vamos a bajar la guardia’, afirmó.
El mandatario reveló que en la operación militar que permitió la muerte de Solarte participaron el Ejército, la policía, la Fuerza Aérea y la Armada.
Las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, son acusadas de obtener millonarios ingresos del narcotráfico y dicen luchar por imponer un sistema socialista en este país con marcadas diferencias entre ricos y pobres.
El grupo rebelde ha sido diezmado por una ofensiva militar que inició en el 2002 el ex presidente Álvaro Uribe, con el apoyo de Estados Unidos, y que continúa el Gobierno de Santos.
Fuente: LaEstrella.pa