Durante los últimos meses, Google ha estado enfocando calladamente sus capacidades de búsqueda en algo más desafiante: el crimen por internet.
Cárteles de drogas, lavadores de dinero y traficantes de personas manejan en la web sus sofisticadas operaciones. Así que Google Ideas, el grupo de especialistas de Google, está trabajando con el Consejo de Relaciones Exteriores y otros organismos para buscar maneras de utilizar la tecnología para combatir el crimen internacional.
Directivos de Google y grupos que combaten las redes ilícitas se reunirán en Westlake Village, California, para desarrollar estrategias para luchar contra el crimen global.
“Google está en una gran posición para encarar esto”, dijo Rani Hong, sobreviviente del tráfico infantil en la India y que ahora es consejero especial para Naciones Unidas. “Ellos tienen un poderoso medio y herramientas grandiosas para resolver este problema”.
Decenas asistirán al encuentro, entre ellos Kimmie Weeks, un ex niño soldado de Liberia; Juan Pablo Escobar, hijo del fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar; el subsecretario estadounidense de Defensa, Andrew Weber; y Brian Dodd, director de los esfuerzos contra el terrorismo y el crimen internacional del Departamento Estadounidense Antidrogas (DEA).
“Podría parecer un camino diferente para Google, pero las empresas de tecnología hoy tienen muchas herramientas poderosas para transparentar esas redes ilícitas, combatir la corrupción y dar poder a aquellos que luchan contra el crimen internacional“, dijo Stewart Patrick, del Consejo de Relaciones Exteriores, el cual ayudó a organizar el encuentro.
“Todos sabemos que los malvados usan internet, pero ahora estamos diciendo que internet también puede ayudar a detener criminales y ayudar a los sobrevivientes y defensores a encontrarse unos con otros y trabajar juntos”, opinó Pardis Mahdavi, especialista en antropología del Pomona College y quien trabaja con Google para poner un rostro humano a las organizaciones delictivas en la red.
La reunión de esta semana sigue a una conferencia realizada en Dublín, Irlanda, el año pasado, a la que asistieron más de 60 ex integrantes de bandas criminales para enfocarse en cómo poner fin al extremismo violento.