UN D�A DE MARCHA CON LAS MUJERES VESTIDAS DE ROJO
Verónica Villalvazo

Oaxaca de Juárez 25 de septiembre de 2010

Día 43 de plantón en el zócalo de Oaxaca, el miedo al olvido, a ser lastimadas nuevamente ahora en el zócalo de Oaxaca.

Este sábado las mujeres de diferentes organismos acompañaron a las mujeres desplazadas de San Juan Copala en marcha, incansables como son, salieron una vez más a gritar, a exigir una justicia que tal parece no llega, una justicia que al parecer por el triunfo de los paramilitares en la zona al sembrar el terror y desplazar a cada uno de los habitantes autónomos en San Juan Copala, nunca llegará.

Los niños con sus piecitos descalzos gritan lo más fuerte que pueden como si esos gritos llegaran hasta el último rincón de Oaxaca y más allá, gritos que muchos se atreven a mencionar que son manipulados, cuando solo conviviendo con ellos, puedes darte cuenta que los niños saben perfectamente el contexto que han vivido, conocen mejor que nadie el dolor de perder a sus padres, a su tías, a su gente.

Las mujeres los respaldan, de estatura pequeña, pero magnánimas, por el dolor que por años han tenido a cuestas, y que con todo y eso nada las paras, ni las balas, este día marcho una de las heridas de bala, una herida que sigue abierta pero que aun con todo y eso nada la detuvo a gritar por el delito que cometieron con ella; ellas creen en la justicia sí, pero en la divina, "la justicia ya llegará y no en esta tierra".

Este día también las mujeres acudieron a la Asamblea Estatal de la sección 22, con la esperanza de ser respaldadas por el sindicato más grande de Latinoamérica, y sí, finalmente se dio en un comunicado de prensa luego de escucharlas, el magisterio democrático de la sección 22 lanzó un pronunciamiento por ellas, por lo que viven para exigir justicia.

Hoy están padeciendo un frío muy helado en Oaxaca, pero que gracias a sus huipiles pueden soportar, ya han pasado muchas noches y días bajo la lluvia, soportando humedad, el frío del piso.

La zozobra, la incertidumbre se apodera de pronto en ellas, cuando hombres identificados con el MULT que se encuentran en plantón a unos pasos de ellas, se acercan al campamento, los conocen a algunos; saben hasta sus nombres y de qué comunidad son, pero con todo y ese hostigamiento aseguran que se quedaran hasta que las cosas se solucionen en su tan amada tierra, llena de agua, árboles, vida y muerte.