La manifestación, la más numerosa desde que acampan los qom en el centro de Buenos Aires, volvió a pedir justicia por el asesinato de un hermano por bala policial y para que les devuelvan las tierras que les usurparon.
Respaldados por originarios que viven en esta ciudad, por diferentes sectores polÃticos y por la ciudadanÃa en general, recorrieron la Casa de Formosa, el Congreso nacional y finalizaron en la Plaza de Mayo.
El estruendoso silencio del gobierno nacional da cuenta de una falta de voluntad polÃtica de frenar a los sectores de poder que cuando encuentran resistencia ante el despojo legal
que les aplican y no los puede matar de hambre, los matan con bala.
Los indÃgenas parece que no califican en la polÃtica de derechos humanos que pregona este gobierno.