Durante el año 2010, Paquistán, Irak, México y Honduras han sido los países con los niveles más altos “de reporteros caídos en relación con el ejercicio del periodismo”, según un informe especial del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ).
El reporte anual del CPJ da cuenta de al menos 42 comunicadores muertos en relación con el cumplimiento de su profesión, 6 de ellos en México y Honduras. Otros 28 murieron en circunstancias poco claras, incluidos 7 mexicanos y 6 hondureños, lo que hace del 2010 un año marcado por una violencia inédita contra la prensa en estos dos países latinoamericanos.
Aunque el número de víctimas es menor a años anteriores, “sigue siendo una cifra inaceptablemente alta”, dijo Joel Simon, director ejecutivo del CPJ.
El CPJ del análisis también revela que cerca del 90 por ciento de los asesinatos de periodistas permanecen sin resolverse, y pone de ejemplo el caso de Honduras, donde las autoridades han sido negligentes e indiferentes ante varios homicidios de comunicadores.
En una columna en El Universal, Carlos Lauría, del CPJ, plantea que los asesinatos de periodistas “constituyen un ataque frontal y directo contra toda la sociedad” y “un atentado contra la estabilidad de la democracia”. En el caso de México, Lauría pide al gobierno federal una “respuesta categórica” para poner fin a la crisis “sin más dilaciones”.
Fuente: Journalism in the Americas