Esa pregunta nos la hicimos el 90% de los colombianos en la página del periódico El Tiempo del 12 de Septiembre de 2011 en su aparte debes saber, que está liderando una encuesta con una favorabilidad del 92% para la inminente libertad del Coronel Plazas y por ende al General arias Cabrales en el Caso del Palacio de Justicia.

El Magistrado de la Corte Penal Nilson Pinilla Expreso que “no se puede presionar a la justicia ni generar prevenciones sobre el proceso”. Por favor, lo que queremos los colombianos que aplaudimos a los militares cuando recuperaron el Palacio de Justicia y liberaron 244 rehenes es que obren en Derecho y analicen bien las pruebas para que les den la libertad y no se la nieguen como lo hicieron por cuarta vez al Coronel Plaza el mes pasado.

Este Magistrado Nilson Pinilla junto con los señores Jorge Aníbal Gómez y José Roberto Herrera escribieron un libro que lo llamaron “Comisión de la Verdad”, que se debería llamar “Su Versión”, porque por su propia naturaleza, la Comisión de la Verdad carece de atribuciones jurisdiccionales y de facultades para derivar responsabilidades individuales de cualquier índole, es una novela como Noches de Humo redactada por escritores que dan en forma novelesca o desinformativa su versión acomodada de los hechos.

Ceñido estrictamente a lo jurídico como Abogado y previamente estudiado; “La carga de La Prueba” que tiene en el portal de internet la Corte Suprema de Justicia, no alcanzo a explicarme ese exabrupto jurídico de la fiscal Buitrago que tiene el descaro de defender lo que es indefendible desde el punto de vista de las pruebas procesales con un desfile de testigos falsos de toda índole.

La única prueba que lo estaba condenando al Coronel Plazas, porque todas las anteriores quedaron no controvertidas, sino falsas es la del Cabo Villamarin o Villamizar, cuyo nombre no definía, pero quedo en claro que apareció el verdadero diciendo ese que declara, no soy yo. Esto significa que fue suplantado, esa es la verdad jurídica. Además esa prueba adolecía de fallas garrafales, como la firma que no le correspondía, la entrada irregular a la Escuela de Caballería de incognito, escondido en un carro de acuerdo a lo que declaro la Fiscal, no estaba registrado en la guardia y un sinnúmero de objeciones que todos conocen y lo principal, no fue controvertido por las partes.

Respetuosamente le recuerdo al Magistrado Pinillo la solemnidad en la valoración de las pruebas; “Ad Substantiam Actus” para no llevarlos a fallos pegados a criterios políticos y revanchistas de grupos alzados en armas derrotados y oficina de Abogados ávidos de los dineros del estado.

Como si esto fuera poco, quedo demostrado que el Coronel Ariel Valdez, los Sub oficiales del Batallón Vargas, el Comandante de la Brigada y el Comandante de las FAC decían la verdad; Villarreal no subió a Bogotá en Helicóptero; pero la fiscal Buitrago y la Juez Jara de acuerdo a la ley, decreto 196 de 1971 articulo 61 sobre la libre formación del convencimiento, no está sujeta a la tarifa legal de pruebas y por lo tanto se formo equivocadamente un concepto lesivo a los Oficiales y la institución Ejercito, condenando a los inocentes y lo que es peor, se burlaba de los militares tratando de mentirosas sus declaraciones en términos educados y jurídicos.

El Colectivo de Abogados Alvear Restrepo, su miembro Daniel Prado Albarracin, que de acuerdo a lo declarado por el Coronel Plazas es conocido en el M-19 como Alias Piero ahora aparece con un cuento de hadas, similar a todas las versiones que han desfilado por este expediente, no saben el apellido, si es Arenas o Buitrago, con la fantasía de un anillo mágico, que le sirvió para hacer la llamada salvadora al Magistrado Jorge Valencia Arango.

El Magistrado Jorge Valencia Arango, es conocido por su aversión a las unidades de control del estado y consta en el folio 28 del Diario Oficial 37509 cuando se investigo porque la Policía Nacional retiro la seguridad antes de la toma: “Recuerdo que en esa misma reunión, el doctor Jorge Valencia Arango, en forma airada, protestó por la forma torpe como la Policía estaba ejerciendo el control de ingreso, al Palacio.” Se puede leer y saquen sus conclusiones.

El Magistrado Jorge Valencia que milagrosamente salió vivo del Palacio porque estaba bajo el mando de Almarales y este asesino a todos los rehenes, solamente se salvaron los que estaban con Otero, pero nuestro Magistrado, gracias a Dios es la excepción a la regla y en su informe sin valor jurídico, comenta que no sabe el nombre pero debe ser Arenas o Buitrago, al estilo que nos tiene acostumbrado los movimientos de izquierda, no dan datos exactos, sino que nos llenan de información falsa con eco en los medios de comunicación, esto es; hizo un escándalo mediático sobre este misterioso personaje, que como el mismo lo dice es un colaborador por convicción o a la fuerza del verdugo del Palacio de Justicia Almarales, que le ayudo durante el combate, auxiliando heridos etc. fabrican un cuento de cómo me lo contaron lo cuento divaga en un testimonio no valido porque es de oídas, que le contaron que el chófer de su hijo, que no sabe el nombre fue detenido por el Ejercito, acusado por los otros rehenes de ser guerrillero, pero que salió libre porque el Magistrado Valencia hablo con Generales, no da nombres pero si es reiterativo que oyó una versión comprometedora, no contra Plazas sino contra la Institución que denominaremos lo que le dijo Caperucita al Cazador y que se lo comento la Abuelita antes de que se la comiera el Lobo e inexplicablemente se lo creyó un reportero de nuestros diarios El Tiempo y se lo publican.

No figura entre los detenidos del Palacio de Justicia y dentro del marco de las suposiciones, no validas para nada, podemos mal pensar que es de apellido Buitrago, podría ser familiar de la Fiscal Buitrago, que es guerrillero, porque no lo obligaron a colaborar sino que lo hizo como parte de su trabajo y que continua delinquiendo si no lo han dado de baja en medio de sus fechorías.

Como Abogado y dedicado al estudio del derecho, no se comprende el silencio de la Corte Suprema de Justicia en un hecho que la Fiscalía lo tiene claro y ya se lo ha comunicado: que los Oficiales del Ejército; General Arias Cabrales y Coronel Alfonso Plazas son inocentes.

El 7 de noviembre, es decir, cuando estaba en curso la recuperación del Palacio de Justicia, por información telefónica, se allano la casa situada en la calle 6ª sur número 8‑42 y se encontró una sorprendente documentación en el inmueble mencionado y que el original, figura en el Cuaderno I Juzgado 23, folios 121 a 153, contiene la descripción de la maniobra, los medios de que dispondrán los asaltantes, los diferentes cuerpos o escuadras (cuadro), los integrantes de ellas por sus nombres de guerra, los objetivos asignados a cada uno y, muy especialmente, el armamento que portarán los asaltantes y las órdenes eran tajantes ANIQUILAR en mayúscula al enemigo y a todos los rehenes, luego no hay desaparecidos del Palacio de Justicia los mato el M-19 en su orgia sangrienta de esa toma y los Abogados, van en cuota litis o al 30% en las indemnizaciones que paga el Estado no los asesinos del M-19.

En mi época de estudiante de bachillerato por el año de 1.960, para practicar el latín, estudiamos el libro de Tito Livio “Ab Urbe Condita” donde en sus apartes narra la historia 500 años antes de Cristo, cuando los Galos al mando de Brenno, tomo el Palatino, donde se habían refugiado los habitantes de Roma y como vencedor, impuso las condiciones, 1.000 libras de oro, que traducidas a nuestra medida son aproximadamente 370, pero lo romanos se le quejaron porque los que le estaban tasando el oro tenían pesas falsas y este les grito en latín “Vae Victus” que en traducción libre es “Ay de los vencidos”, tirando su espada para que se la pesaran en oro.

Traducción libre, también podría ser “Las Leyes las impone el vencedor”, pero en este caso, las leyes las impuso el vencido, derrotado el M-19 en el campo de batalla, impuso su ley jurídica y hasta hace poco tenían al guerrillero René Guarín, capturado en un carro robado, llevando a un secuestrado, con el arma de un Policía asesinado en Nemocon al mando de la acusación a los militares.

Los jueces se olvidan que las acciones de liberación de los rehenes las ordeno directamente el Presidente Belisario Betancourt, luego que en la reunión de Ministros el 6 de Noviembre en el acta quedo así: “

«Se examinaron luego, dándole el valor de indicios graves, aquellos hechos antecedentes o concomitantes que permitían deducir una vinculación entre el narcotráfico y el M‑19, por lo menos para efectos de financiar y ejecutar "la operación" que se adelantaba. Se está frente a una narco guerrilla M-19.

Se delibera sobre el contenido del manifiesto del M‑19 y se considera que el Gobierno no puede acceder a ninguna de las solicitudes que se le formulan el sólo intento de realizarlas comprometería seriamente la independencia y el funcionamiento regular de los poderes públicos, por lo menos de las ramas Jurisdiccional y Ejecutiva, es decir la propia autonomía y supervivencia de estas autoridades.

Se está al frente de la comisión de varios y graves delitos, en los que, por medios violentos, se pretende imponer al Gobierno Nacional una negociación forzada. El camino; de la claudicación, que conduce a la desaparición de las instituciones, nadie está dispuesto a recorrerlo.

Se tiene, igualmente, la convicción de que el M‑19 no busca simplemente negociar sino también ejecutar una operación político-militar de muy vasto alcance y resonancia publicitaria. Además, sin que conocieran respuesta o decisión alguna del Gobierno, los asaltantes anunciaron su intención de volar el Palacio, de asesinar uno por uno los Magistrados rehenes, y de lanzar sus cadáveres, cada cuarto de hora, a la Plaza de Bolívar.

Lo principal, la solicitud de dialogo no la formula en forma directa el M‑19, sino un rehén inerme bajo la presión de las armas. El M-19 solo impone condiciones.

El Presidente antes de darle la orden que le costó la libertad al General Arias que tomara el mando de todas las unidades, Ejercito policía y Das y que iniciara la recuperación del Palacio de Justicia, acepto la idea del ex Presidente Turbay, de hacer una cumbre de ex Presidentes, para darle más altura a los hechos y se entrevisto con Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Michelsen, Misael Pastrana Borrero y Julio César Turbay Ayala y con los aspirantes a la Presidencia de la República doctores Virgilio Barco Vargas, Álvaro Gómez Hurtado y Luis Carlos Galán Sarmiento. Unos de ellos estaban fuera de Bogotá y otros fuera del país. El Ex Presidente López le recordó que estuvo en una situación semejante con el secuestro de Raquel Mercado y los del M-19 no le cumplieron lo pactado, de todas maneras lo asesinaron salvajemente.

El señor ex Presidente, doctor Carlos Lleras Restrepo, le manifestó al señor Presidente que no podía aceptar él (Betancourt) de ninguna manera las pretensiones de los del M‑19 y él le respondió que esa era también su convicción.

Y así sucesivamente, pero 25 años después, todas estas actas de reunión que nos hemos tomado el trabajo de leer algunos trasnochados columnistas se consideran letra muerta, siendo que fueron las decisorias en esa época responsabilizando a unos militares que si no hubieran cumplido las órdenes, los hubieran llevado a tribunales castrenses por desacato al Presidente.

Este fallo esta tan politizado, que el partido Polo Democrático, célebre por la corrupción que se denomino el carrusel de contrataciones en la alcaldía de Bogotá, en vez de estar preocupado por la recuperación de los dineros extraviados bajo su gestión en la alcaldía de la capital, está circulando por internet, la posición de los Abogados Germán Romero y Jorge Molano de los supuesto desaparecidos del Palacio de Justicia que no existieron por los acertados pronunciamientos del Comandante de las Fuerzas Militares General Alejandro Navas, relacionadas con el proceso que se adelanta en contra del Coronel retirado Luis Alfonso Plazas Vega, fueron oportunos y certeros.

Para terminar, a Roma la salvo el General Camilo, que en medio de la desesperación por la derrota militar de su pueblo, reunió refuerzo de las aldeas aledañas y derroto a los Galos en la retirada, recuperando principalmente el honor militar de las incipientes Legiones Romanas y parte del oro.

Ojalá Colombia no repita esta triste historia si hay unas negociaciones de paz con los grupos alzados en armas FARC y ELN, sea el gobierno el que imponga las condiciones y no nos impongan la ley del monte.

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