Venezuela acelera la conformación de la Milicia Bolivariana, llevándola desde el nebuloso concepto que aparecía ocasionalmente en el discurso oficial hasta una fuerza que hoy supera los 125,000 efectivos armados listos para ser usados en la consolidación de la revolución socialista del presidente Hugo Chávez.

Expertos consultados y documentos obtenidos por El Nuevo Herald desvelaron el importante papel que las milicias tendrían bajo el modelo político-económico que Chávez diseña para Venezuela, y cuya implementación tomaría mayor fuerza a partir del próximo año, de resultar reelecto en los comicios presidenciales del 7 de octubre.

Ese modelo -ya plasmado en el sistema jurídico a través de un decreto que Chávez mediante la ley habilitante- plantea el fortalecimiento de las comunas, llevándolas a ocupar un papel protagónico en la organización social del país junto con una extensa red de milicianos que asumirían por un lado funciones económicas dentro de las comunas, y por el otro de vigilancia, de custodia y de defensa nacional, según uno de los documentos obtenidos por El Nuevo Herald.

Pero analistas comentaron que la función principal de la organización -que según los documentos alcanzaría en una primera etapa 1,127 “batallones”- es la intimidación de aquellos elementos de la sociedad que se oponen al proceso revolucionario.

“En realidad es un concepto totalitario”, advirtió Luis Fleischman, profesor adjunto de Sociología y Ciencias Políticas del Wilkes Honor College de la Florida Atlantic University.

“Se trata de armar a los leales a la revolución para imponer un régimen autoritario que posiblemente se convierta en un régimen totalitario”, sostuvo el profesor.

Y es una estructura que podría ser esencial para terminar de sellar la revolución bolivariana, que aún no ha podido ser implementada en su totalidad pese a que Chávez está por cumplir 14 años en el poder.

“Chávez aún no ha logrado generar suficiente poder coercitivo para terminar su proyecto. Ha logrado corromper a la cúpula de las Fuerzas Armadas, éstas están viviendo muy bien, si bien miran a Chávez de reojo. Pero Chávez sabe que a la larga va a tener que hacer un cambio mucho más radical si quiere consolidar su poder”, explicó.

Esa es la razón por la que necesita conformar un enorme cuerpo de milicias armadas, dijo.

“En el momento en que logre acumular en ellas suficiente poder coercitivo [a través de las milicias], allí se terminó todo”, sostuvo Fleischman.

En realidad no es un concepto nuevo el que estaría siendo implementado por Chávez.

Irán cuenta con una fuerza de 120,000 efectivos llamadas Los Guardias Revolucionarios, que al igual que la fuerza venezolana forma parte de las fuerzas armadas de ese país, pero cuya su principal función es proteger el sistema islámico del país de la disidencia interna y posibles sublevaciones militares.

Muamar Gadafi también contaba con su Guardia Revolucionaria que tomó armas contra la población durante la revuelta del año pasado que condujo a la muerte del líder libio en octubre.

Pero la ilustración más emblemática del poder de intimidación que puede ser ejercido por las milicias reside en las SS de la Alemania Nazi, que pasó de una pequeña unidad paramilitar que servía de guardia personal de Adolfo Hitler, hasta convertirse en una de las más poderosas y temidas organizaciones dentro del Tercer Reich.

La razón detrás de este tipo de organización siempre es la misma, explicó Fleischman.

“Hitler por ejemplo nunca confió en las Fuerzas Armadas y esa fue la razón por la cual invirtió tanto tiempo en crear a las SS, que en vísperas de la Segunda Guerra Mundial ya tenía un millón de personas”, señaló el profesor.

Pese a que es muy poco el avance que se venía registrando en el país con el tema de las milicias desde que fueron creadas en el 2005, el gobierno de Chávez ha comenzado a volcar grandes cantidades de dinero y recurso a estas organización en los últimos dos meses.

“En los últimos dos años se ha dado un giro definitivo en lo que es la consolidación del poder de fuego de la milicia e inclusive la activación de unidades élites y a todo lo largo del país”, comentó Rocio San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, una ONG venezolana que sigue muy de cerca a las fuerzas armadas.

“Todavía no representan un poder efectivo de combate lo suficientemente amenazante para la Fuerza Armada nacional, pero sí claramente están organizados, y están organizados cada vez mejor y están realizando tareas para entrenar a sus integrantes, dotándoles de pertrechos cada vez más importantes y preparándoles ante la eventualidad de un conflicto interno”, sostuvo San Miguel.

Estos esfuerzos organizacionales son detectados pese al escaso detalles disponible a través de los documentos oficiales.

En el presupuesto de la nación figura la existencia de 125,000 efectivos, pero no menciona la cantidad de recursos que están siendo destinados a las milicias, de modo que es muy difícil auditar la cantidad de recursos del Estado venezolano que Chávez está destinando para la tarea.

Según San Miguel, gran parte de los gastos de las milicias están siendo financiados a través de la vicepresidencia de la República y no aparecen reflejadas en la memoria y cuenta de la ejecución presupuestaria. Es a través de la misma oficina de la Presidencia que Chávez está ejecutando las inmensas adquisiciones de equipos bélicos chinos y rusos.

Pese a la poca transparencia de este tipo de gasto, es obvio que el gobierno de Chávez ahora sí tomó con seriedad la tarea de conformar un nuevo cuerpo de milicianos.

“En el pasado se encontraba por ejemplo que la Procuraduría decía ser entrenando todo el personal de la Procuraduría como milicianos. Pero se quedaba allí, como un gasto que no encontraba una realización en el tiempo”, señaló San Miguel.

“Esto ya ha ido cambiando en los últimos años. También vemos sistemas de comunicación populares de la milicia nacional bolivariana, el proceso de formación de oficiales de milicias, eso es un salto cualitativo importante”, agregó.

Un oficial venezolano que conversó con El Nuevo Herald bajo condición de anonimato dijo que si bien las leyes aprobadas por la revolución establecen a las milicias como un cuerpo de la Fuerza Armada Nacional a ser usada para “proteger al país de una invasión del imperio, todos sabemos que realidad fueron creadas con otra intención”.

“La milicia están formada por dos divisiones, y una de ellas está conformada por lo que vendría siendo el equivalente de los CDRs cubanos”, dijo la fuente en referencia a los Comités de Defensa de la Revolución, fundados a inicios de los años sesenta por Fidel Castro para desempeñar tareas de vigilancia colectiva.

La actuación de estos CDRs venezolanos haría mucho por limitar el quehacer diario de los venezolanos, quienes si bien viven en una sociedad más reprimida que en la que se encontraban antes de que Chávez llegara al poder, aún están lejos de estar sometidos a la cultura del miedo e intimidación en la que viven los cubanos.

Pero eso podría cambiar en poco tiempo con la conformación de las milicias, advirtió Fleischman.

“Allí es cuando la vida del venezolano va a cambiar radicalmente. Estará viviendo bajo una sociedad de miedo donde los ciudadanos desconfiarán los unos de los otros, donde la gente sería mucho más mala la una con la otra, porque todos quieren congraciarse con el poder para poder sobrevivir, para poder mantener a su familia”, describió el profesor universitario.

“Habrá falta de libertad de pensamiento, falta de diversidad en las ideas, muchas más expropiaciones de la propiedad privada, porque la propiedad privada le da cierto poder al individuo. La propiedad privada es la precondición histórica de la democracia porque le da cierto poder al individuo. Y de lo que se trata es de darle más poderes a un Estado del que todo y del que todos dependen”, sostuvo.