La palabra "islam" deriva de la raíz arábe "salaama" que significa paz, pureza, sumisión y obediencia. El cometido del islam consiste en hacer la paz sometiéndose a la voluntad de Dios y obedeciendo su ley. Los judíos y cristianos consideran que el islam es la más reciente de las grandes religiones del mundo. No obstante, los musulmanes a nivel mundial (también llamados mahometanos o islámicos) entienden que su religión universal es la "religión final" y la "religión fundamental". En su sentido de "final", el islam es la revelación final de Dios de la religión profética, en cumplimiento de todo lo que la precedía. A Moisés le fue dada la ley; a David se le dieron los salmos; el evangelio fue la dádiva de Jesús. El judaísmo ofrece el mensaje de Dios de justicia y el cristianismo proclama el amor de Dios. Para Mahoma (570-632 D.C., nombre cuya ortografía varía) el Dios de Abraham y Jesús reveló el Qur'an (término arábe que significa "recitación" y que a veces se escribe "Corán"), que, escrito en árabe, es la Sagrada Escritura del islam, la perfección de todas las revelaciones divinas anteriores, y que debe considerarse literalmente como las palabras directas de Dios. En este contexto de literalismo de las escrituras, todos los musulmanes pueden denominarse "fundamentalistas". Sin embargo, "militantes" y "extremistas" son mejores categorías para hacer referencia a los comportamientos agresivos de unos pocos.
Los musulmanes creen en todos los profetas de la Biblia. El propio Qur'an menciona la torá y el evangelio como escrituras reveladas por Dios a Moisés y Jesús. No obstante, el Qur'an indica que, a lo largo del tiempo, se modificaron los textos bíblicos debido a la existencia de comentarios entremezclados con el texto original, además de pérdidas en esos textos ocurridas a través de su transmisión y otras causas. Por estos motivos, los musulmanes no pueden confiar exclusivamente en la torá y los evangelios como fuentes de revelación si no confirman lo que dice el Qur'an o por lo menos lo que armoniza con él. Como "sello de los profetas" y apóstol de Alá (que en árabe significa "el Dios"), Mahoma no es ni divino ni el punto focal del islam, por lo que la religión no debe llamarse mahometanismo. Para los mil millones o más de musulmanes (alrededor de seis millones en los Estados Unidos de América), de muchas descendencias raciales y étnicas, los árabes son una minoría, el islam es el camino intermedio entre el judaísmo y el cristianismo; restablece la unidad de los hijos de Abraham y supera las limitaciones de estas otras grandes religiones. Jesús, el profeta de "las ovejas perdidas de Israel", limita el cristianismo; el judaísmo es también limitado de manera semejante. El islam proclama una síntesis práctica del judaísmo y el cristianismo para toda la humanidad. Superando la índole incompleta de la justicia del judaísmo y el amor idealista del cristianismo, el islam representa el cumplimiento de todo lo anticipado por ellas. Para el creyente musulmán, el islam es judaísmo perfeccionado y cristianismo perfeccionado. Como "fundamental", el islam es la religión auténtica de Adán, de Abraham y de la naturaleza humana. El islam no es más joven que esas dos religiones, sino que las precedió a ambas. No sólo es la religión del "Libro Hablado" (el Quh'ran) sino que es también la religión del "Libro Creado" (el tejido de universo mismo). Según la fe islámica, toda persona nace musulmana, y las distorsiones de su medio ambiente la descarrían para transformarla en cristiana, judía o no creyente. Ser humano significa ser musulmán.
Creencias
Las doctrinas sobre las que se apoya el islam incluyen:
(1) la creencia en el Dios de Abraham, Jesús y Mahoma;
(2) la creencia en el Qur'an, que es verbalmente infalible. Según el relato, el ángel Gabriel se le apareció a Mahoma y le reveló el contenido de este libro sagrado durante el transcurso de varios años;
(3) la creencia en los profetas de Alá, de los cuales Mahoma es el último y el más importante, el que fue comisionado para entregar el mensaje de Alá a la humanidad. Abraham, Moisés y Jesús de Nazaret también son profetas reconocidos. Además, en el Qur'an Jesús es confesado como el Mesías y María es muy respetada;
(4) la creencia en una vida posterior cuando todos serán juzgados por lo que han hecho y enviados al cielo o condenados al infierno.
El islam también enseña que debe establecerse la paz en las sociedades humanas de este mundo. Los musulmanes son llamados a participar con Dios en el establecimiento de esa paz mediante una "jihad", que significa "esfuerzo". La "jihad" básica es la lucha con uno mismo, el hablar acerca de la propia fe, llevarla en obediencia a Dios y asegurarse de que uno viva una vida santa y recta. Otra lucha es la "jihad" como "guerra santa" que se libra solamente cuando la fe está siendo atacada o cuando a los musulmanes no se les permite practicar su fe. Muy pocos musulmanes reclaman la "jihad de la espada" aun en circunstancias que consideran injustas. El "ummah" o comunidad o estado islámico, es la avenida vibrante para la realización de la voluntad de Dios y debe servir de ejemplo para el resto del mundo. En la teoría social islámica, el "ummah" se forma del consenso triple de sus miembros: el de la mente, el del corazón y el de las armas. El "ummah" está formado por el consenso de las mentes en cuanto a que todos los miembros de la sociedad comparten una misma visión de la realidad. Lo constituyen el consenso de los corazones porque todos los miembros sostienen los mismos valores. Lo forman el consenso de las armas debido a que todos los miembros se esfuerzan por actualizar sus valores. El Quh'an declara claramente que el "ummah" es la comunidad humana preeminente entre todas aquellas que Dios dio a la humanidad.
Prácticas
Los "cinco pilares del islam" (obligaciones o deberes) son:
(1) la confesión de la fe: "No hay otro Dios que Dios, y Mahoma es su mensajero";
(2) orar cinco veces por día;
(3) compartir la riqueza o dar limosna, practicado de diversas maneras;
(4) ayunar para la reflexión y auto-disciplina durante el mes de Ramadán; y
(5) un peregrinaje a la Meca, por lo menos una vez en la vida, de ser posible.
Aunque no existen clérigos como tales, ha evolucionado una clase clerical de eruditos religiosos y líderes religiosos locales. Los musulmanes son llamados a orar cinco veces por día, y el viernes se prefiere que la oración de mediodía se realice en una mezquita (lugar de reunión).
Shiítas y sunnitas
Después de la muerte de Mahoma, surgió una división en torno a la sucesión del Profeta. El resultado fueron los sunnitas, que ahora ascienden a acerca del 90 por ciento de todos los musulmanes y se consideran la rama ortodoxa del islam. El otro grupo, los shiítas, que viven en su mayoría en Irán, también se consideran auténticos musulmanes. Los sunnitas y los shiítas difieren respecto del tema de la sucesión y en algunas de sus interpretaciones del Shari'ah (el camino recto), un código generalizado de moralidad y deberes religiosos basado en el Qur'an y el Hadith (tradiciones de las palabras y hechos del Profeta). Entre las características del islam shiíta se incluyen una tradición de martirio honorable y, en tiempos de crisis, la necesidad de tomar medidas fuertes, incluida la guerra santa. Según las creencias de los shiítas, el gobierno de una nación debe ser una teocracia, un gobierno regido por Dios a través del im0án (un líder espiritual especial). Como cualquier grupo, entre los shiítas hay moderados y extremistas.
Temas islámicos contemporáneos
Los problemas a los que deben hacer frente los musulmanes al nivel mundial son de índole práctica y tienen que ver con la sociedad musulmana. Los temas filosóficos y teológicos siguen siendo de importancia secundaria, debido a que la fe ya ha sido entregada en su forma final. Sin embargo, existen conflictos entre los tradicionalistas y los modernistas. Los primeros están comprometidos con las creencias y prácticas originales del islam, incluida la fidelidad a un entendimiento literal de la ley del Qur'an y sus aplicaciones a la vida contemporánea. Los modernistas creen que los principios, metas y propósitos fundamentales de la ley religiosa son incambiables, aunque es necesario que, frente a circunstancias humanas cambiantes, se modifiquen constantemente las formas específicas en las que se expresan las verdades eternas.
Los líderes musulmanes están divididos en lo referente a lealtades nacionales. Como resultado del colonialismo, el mundo islámico se ha partido en muchos estados naciones. Algunos líderes aprueban esa situación, pero otros temen que el nacionalismo político traicione el espíritu unificador del islam. Aunque hace siglos que no ha tenido una autoridad centralizada, el islam ha retenido un asombroso espíritu de unidad. No obstante, con la emergente diversidad de estructuras políticas en el mundo islámico, algunos creyentes, quizás una minoría, preferirían un liderazgo más centralizado para la unidad religiosa. Otros creen que sólo Dios debe gobernar, sin una autoridad mediadora terrenal.
[Por sus opiniones, agradezco especialmente a mis antiguos colegas del Seminario de Hartford, ahora retirados, los doctores Willem A. Bijlefeld y Marston Speight y a la doctora Ingrid Mattson, profesora de Estudios Islámicos, Seminario de Hartford.]
--El Rev.Dr. Richard T. Nolan es un sacerdote episcopal y profesor adjunto de filosofía en el Colegio Comunitario de Palm Beach. Este artículo fue escrito originalmente para The Net, el periódico de la Diócesis Episcopal del Sureste de Florida.
(Versión castellana Norma Coates, Montevideo, Uruguay)
Fuente: http://www.philosophy-religion.org/world/islam_introspanish_frame.htm