Los presidentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) dieron su aprobación a una moción de condena a lo que definieron como «una política sistemática de injerencia» en Siria.
Los presidentes «reiteraron su condena a la política de desestabilización en la hermana república árabe de Siria, cuyo fin es imponer por la fuerza al pueblo sirio un cambio de regimen», indica la declaración leída por el presidente venezolano, Hugo Chávez.
Además, Los representantes de los ocho países que componen la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA) entre ellos, Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, reiteraron su apoyo a la política de reformas y dialogo nacional impulsadas por el Gobierno del presidente Bashar al-Assad que «buscan encontrar una solución política a la crisis actual, respetuoso de la soberanía del pueblo sirio y de la integridad territorial de ese hermano país árabe».
Hugo Chávez, presidente de Venezuela y anfitrión de la XI cumbre del ALBA, aplaudió la decisión de China y Rusia de vetar un borrador de resolución de la ONU que exhortaba a Assad a abandonar el poder.
La declaración del ALBA afirma que las naciones que componen esta instancia de integración, «condenan los actos de violencia armada que grupos irregulares apoyados por potencias extranjeras desataron contra el pueblo sirio y formulan votos para que la sociedad siria retorne a la calma y se desarrolle en un ambiente de paz».