Al igual que México, Irán es un país que enfrenta un nivel importante de violencia en su frontera por ser vecino de Afganistán, el productor de 80 por ciento de las drogas que se consumen en el mundo. Por esa razón, en los últimos diez años han fallecido en la zona fronteriza tres mil 600 policías, que trataron de evitar que la droga pasara a territorio iraní.
Esta realidad fue descrita por el vicecanciller iraní para América Latina, Alí Reza Salarí, durante una rueda de prensa en la embajada de Irán, en la Ciudad de México. El diplomático explicó que el año pasado en Irán se incautaron un millón de toneladas de estupefacientes, que representan el 70 por ciento de las drogas incautadas en el mundo.
El tráfico de drogas que llegan desde Afganistán (ubicado al este de Irán) llevó a éste último a construir un muro de 600 kilómetros de largo “para evitar el paso de los narcotraficantes”, explicó Reza Salarí.
“En algunos casos los narcotraficantes confrontan armados a la policía iraní” aseveró y explicó que ha habido muchos problemas en los últimos meses, pero que el luchar para evitar el paso de las drogas afganas hacia su nación “está ayudando a todo el mundo”.
El vicecanciller reconoció que no han podido controlar al narcotráfico y consideró que existe un “campo amplio para trabajar con México en ese sentido”. Reza Salarí se reunirá mañana con la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Lourdes Aranda Bezaury, con quien abordará, entre otros temas, la relación comercial y la cooperación energética.
También ayer, el nuevo embajador de Brasil en México, Sergio Augusto de Abreu e Lima, quien entregó sus cartas credenciales al presidente Felipe Calderón en Palacio Nacional, habló en rueda de prensa de que su país comprende la situación de inseguridad por la que atraviesa México, pues su país “enfrenta problemas muy semejantes a los problemas que enfrenta México en cuanto a la violencia, al narcotráfico y a la cuestión de seguridad pública en general”.
El diplomático compartió la experiencia que han tenido los brasileños en el sentido de fortalecer a los policías que se enfrentan a los delincuentes y narcotraficantes:
“Tenemos en Brasil algo que tuvo, ha tenido y continúa teniendo relativo éxito que es el Programa Nacional de Seguridad con ciudadanía que consiste básicamente en dar educación en derechos humanos, en ciudadanía, en mejores condiciones de educación con becas de estudio para las personas que trabajan en la seguridad pública y dar mejores condiciones de acceso a casas para los soldados y los que trabajan en seguridad pública y de esta manera dar a las personas involucradas en esta labor mejores condiciones para ejercer sus actividades”.
Fuente: Excelsior