Chávez ha reiterado recientemente que el "Imperio" norteamericano está preparando la invasión militar de Venezuela, esa sería la razón, según el caudillo, del acuerdo para la utilización parcial de las siete bases colombianas. También, en estos días, ha denunciado que Holanda forma parte de la conspiración que se está gestando contra Venezuela, por permitir que EEUU utilice las bases en Aruba y Curacao, para la proyectada invasión. Todo esto, para quienes tienen un mínimo de conocimiento de política internacional, no puede ser calificado de otra manera que un insulto a la inteligencia.
Estados Unidos no necesitaría ni de las bases colombianas, ni de las islas neerlandesas para invadir a Venezuela, tienen suficiente capacidad de proyectar su poderío militar a distancia, particularmente en el Caribe, como lo demostraron en 1989, cuando capturaron al narcodictador panameño Noriega. Además, en una sociedad abierta como EEUU, una acción militar de envergadura, cuando ya se tienen centenares de miles de soldados destacados y por destacar en Irak y en Afganistán, implicaría una prolongada campaña propagandística para preparar a una opinión pública bastante reticente, ante nuevas intervenciones militares en el exterior.
En efecto, así se hizo antes de las dos guerras de Irak. Hay que ser incauto, ignorante, inocente o estúpido, para creer que el Presidente Obama, premio Nobel de la Paz, en el medio de una relevante crisis económica, con un enorme déficit fiscal, después de lo que le costó decidir y hacer "digerir" a su propio partido el aumento de las tropas en Afganistán, ocupado y preocupado además por el desarrollo nuclear de Irán y Corea del Norte, el estancamiento de las negociaciones entre Israel y los palestinos y la amenaza del terrorismo islámico, entre otras cosas, esté pensando de invadir a Venezuela, que, por cierto, le sigue vendiendo la mayor parte de su petróleo.
Las razones de la insistencia de Chávez en la amenaza de invasión "yanqui" son internas. Siguiendo el ejemplo de su maestro Fidel Castro y las enseñanzas de Joseph Goebbels, Chávez sabe que las grandes masas no saben mucho de política exterior y que repetir mil veces una mentira, generalmente la transforma, a los ojos de esas masas, en una verdad. La supuesta amenaza gringa, con la complicidad de Colombia y Holanda, le facilita a Chávez transformar a los dirigentes de la oposición, que no puedan ser falsamente acusados de corrupción, en traidores, espías, apátridas y "pitiyanquis" y, en general, profundizar la política de centralización del poder, eliminando, inconstitucionalmente, funciones, atribuciones y presupuesto de los alcaldes y gobernadores. En particular, Chávez está acusando a los gobernadores de oposición de los estados Táchira y Zulia, fronterizos con Colombia, de ser aliados de Uribe, de los paramilitares y del narcotráfico. Otro insulto a la inteligencia, proveniente de un confeso defensor de los narcoterroristas de las FARC. Estas ridículas acusaciones podrían ser una maniobra para preparar la "defenestración" de los dos gobernadores y la militarización de sus estados, "amenazados" de invasión desde Colombia. El caudillo ha decidido enfrentar la creciente baja de su popularidad, provocada por la exasperante ineficiencia del gobierno, con una radicalización del "proceso", que implica un mayor control sobre la sociedad. La vocación totalitaria de Chávez es cada día más evidente.
Fuente:ElUniversal.com