CIUDAD DE BUENOS AIRES - Minutos después de conocerse el asesinato contra el presidente de la FCU-LUZ, Julio Soto, el ministro de Interior y Justicia venezolano, Tarek El Aissami, repudió el hecho y ordenó de inmediato el traslado de una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a Maracaibo para iniciar las averiguaciones.

"Hemos ordenado de manera inmediata a una comisión del Cicpc para adelantar las investigaciones criminalísticas de este caso".

"Garantizaremos que no vamos a descansar hasta dar con los responsables de este crimen y colocarlos a la orden de la justicia venezolana", dijo El Aissami en contacto telefónico con el canal Venezolana de Televisión.

Así se concretaba otra de las recientes apariciones de El Aissami en los medios de Venezuela. Anteriormente, el flamante ministro (que reemplazó a Ramón Rodríguez Chacín a principios de septiembre) tomó protagonismo al efectuar denuncias en Zulia (gobernada por Manuel Rosales, uno de los principales opositores al chavismo) acerca de la permisividad de las autoridades del estado para con los cárteles de droga.

El Aissami, como ministro del Interior y Justicia, también está a cargo de las investigaciones del supuesto complot para asesinar a Hugo Chávez y apareció en televisión a explicar a la gente cómo es que con un cañón dos personas habían sido detenidas por ser los posibles ejecutores del plan.

Sin embargo, el joven ministro (28 años) tiene un corto pero oscuro pasado dentro de la política venezolana.

Cuando los estudiantes salieron a las calles de Caracas gritando "¡Libertad!" en protesta contra las intenciones de Chávez de reformar la Constitución, fueron brutalmente reprimidos por las fuerzas del estado supervisadas por el entonces Viceministro de Relaciones Interiores y Justicia, Tarek El-Aissami, encargado de Seguridad Ciudadana.

El Aissami es un claro ejemplo de una situación que se repite en Venezuela: el gobierno bolivariano ha absorvido a dirigentes estudiantiles de todas las calañas para que ocupen cargos en el gobierno.

Jorge Rodríguez, Juan Barreto, Saúl Ortega, Alejandro Hitcher, Julio Montes, Jacqueline Farías, Cristóbal Francisco, entre muchos otros dirigentes del chavismo, fueron hace varios años universitarios contestatarios, fuertes en sus convicciones, jóvenes que, desde el Movimiento 80 de la Universidad Central de Venezuela (UCV) luchaban contra el sectarismo de los partidos políticos, la intolerancia y el autoritarismo.

Hoy, el tiempo parece haber borrado aquellos capítulos, y la mayoría de los dirigentes denigra de los estudiantes que levanta su voz de protesta por la reforma constitucional. Rómulo Canelón, dirigente del Movimiento 13 de Marzo, de la Universidad de Los Andes (ULA), asegura que el proceso revolucionario como tal no existe y que el grueso de los funcionarios del llamado “proceso” sólo buscan sobrevivir en las mieles del poder.

“Un ejemplo es Tarek El Aissami, único dirigente estudiantil que deja la Federación de Centros Universitarios (FCU) de una universidad para convertirse en policía. El hoy ex presidente de la FCU de la ULA fue derrotado en 2002 por Nixon Moreno, quien está hoy en la Nunciatura a la espera de que le concedan asilo político”, dijo en referencia al actual ministro del Interior. “Él, quien era líder de Utopía 78, es el encargado de reprimir a los estudiantes”.

En palabras de Canelón, por Utopía 78 fue miembro del Consejo Universitario de la ULA, Hugo Cabezas, ministro de Secretaría. “¡Qué tristeza, ahora coordina la Sala Situacional donde se ordena reprimirnos!”.

El historiador Ángel Lombardi, rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta, ofrece una explicación sociológica de esta realidad. “La mayoría de los estudiantes de cualquier generación y época, una vez que llegan al Gobierno, representan lo contrario que representaban cuando era estudiante, es casi axiomático… como recordó el Presidente en estos días, quienes quemaban cauchos en la puerta de la UCV, refiriéndose a los ministros actuales, ahora están reprimiendo… es un tipo de dialéctica perversa”.

Relaciones con el islamismo

A pesar del giro de El Aissami, el hecho de que reprima a estudiantes que antes eran sus compañeros es un dato capcioso e incluso menor si se toman en cuenta otras denuncias.

De acuerdo a Phil Gunson del Miami Herald, de las 1.122 personas que vivían en los dormitorios de la ULA sólo 387 eran estudiantes activos y más de 600 no guardaban relación con la universidad cuando El-Aissami mantenía el control político de las residencias

En esos edificios se escondían vehículos robados y se traficaban drogas. Sus delincuenciales locatarios utilizaban pasamontañas para cometer fechorías en las calles.

El padre de Tarek, Carlos, maneja la sucursal venezolana del partido iraquí Baath, su tío abuelo Shibli el-Aissami fue asistente del Secretario General de esa organización política en Bagdad durante la dictadura de Saddam Hussein.

Antes de la invasión a Irak, Carlos El-Aissami dio una conferencia de prensa en la que se describió a sí mismo como un Talibán, y se refirió al asesino más buscado del momento como:”el gran Muyajedin, Sheik Osama Bin Laden”.

Una denuncia contra el funcionario chavista se basa en los tiempos que fue nombrado en la ONIDEX dos meses antes del referendo revocatorio que Chávez perdió en diciembre del 2007. Aparentemente, El Aissami habría estado involucrado en la nacionalización y otorgamiento de pasaportes y cedulas a los terroristas islámicos de Hamas y Hezbolla como parte de un plan para fraguar las elecciones en favor del gobierno.

Se sabe que el ministro vivió un tiempo en Italia, donde militó en movimientos pro palestinos y que durante el 2003 viajó en reiteradas oportunidades a Cuba a tomar distintos cursos.

Teoría sobre el Valijagate

Tarek El Aissami es mencionado además como uno de los organizadores del envío de valijas con dinero hacia Buenos Aires. Sin embargo, las valijas que serían enviadas por el ministro no estarían destinadas a la campaña presidencial de Cristina de Kirchner, sino a financiar células terroristas.

El portal de noticias venezolano, Noticias Centro, tiene una interesante teoría al respecto:

"Nuestras fuentes manejan informaciones relacionadas, en un primer término, a su permanencia en el Ministerio, ya que tanto Pedro Carreño, como Rodríguez Chacín, trataron de prescindir de sus servicios,… encontrándose con la reiterada negativa de Chávez, Luego hemos obtenido información según las que “mantiene (con fondos públicos) a los grupos islámicos de Mérida, Zulia y en la isla de Margarita. Financia, apoyo y coopera con estos señores a nivel internacional y permite, desde su cargo, todos los beneficios de cédulas de identidad, pasaportes, nacionalizaciones, …..

De pronto, aparece referenciado en las declaraciones ante un Juez, en el Caso del Maletin, en la ciudad de Miami. En las consultas, su referencia con los grupos islámicos, podemos afirmar ahora que el dinero, (6 millones de dólares) en su envío a la ciudad de Buenos Aires, no era sólo para la campaña de la señora Kirchner, ya que la misma finalizaba en esos días, sino para los grupos radicales islámicos radicados todavía en Buenos Aires. Con la anuencia, o no, del Alto Gobierno argentino. Estos han atentado con explosivos contra la comunidad judía (- 18 de julio de 1994 la Asociación Mutual Israelita Argentina (o AMIA) antes que Al Kaeda-Bin Laden contra Nueva York. A pesar de que algunos cabecillas proiraníes fueron condenados en los tribunales argentinos por el atentado - en ausencia- están siendo protegidos por Teherán, país “aliado estratégico” del régimen de Miraflores.

Hasta un vuelo semanal y extra - regulaciones hace el viaje Caracas-Damasco-Teherán, sin los controles normalmente aplicables. Los fugitivos radicales del “Caso Amia” fueron ubicados en Irán y allí siguen pesar de los no muy estridentes y ocasionales reclamos de los Kirchner. Su escudo personal: Mahmud Ahmadineyad, alias “El Hermano”, así denominado en múltiples declaraciones de Miraflores.

Fuentes de inteligencia asumen como “hecho cierto” que continúan allá células radicales “durmiendo” en Buenos Aires y -La Maleta II- (la “extraviada” con $4.2 millones ) era la contribución, quizás repetida muchas veces, a otros grupos extremistas del Medio Oriente. El Aissami (de raíces sirias), tiene a media familia en cargos del régimen (Fiscalía incluida) y maneja ahora más holgadamente recursos burocráticos y crematísticos acordadas por Hugo Chávez a estos grupos terroristas en el mundo entero, co-financiados desde Tehrrán y activos desde Palestina hasta Afganistán luego de su exclosión el 11.9.2001 con los atentados contra las torres del WTC".

Fuente: http://www.urgente24.com/index.php?id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=109267&cHash=419760392b