La propuesta del senador Carlos Fernando Motoa de penalizar los disparos al aire en Colombia, que tantas vidas ha costado sobre todo los 31 de Diciembre se encuentra en mora de ser sancionada.

Hay que aprovechar el proyecto de ley de Convivencia o dicho en otra forma, las reformas al Código de Policía que uno de sus redactores iniciales, fue el Honorable Representante Jorge Caicedo Naranjo, padre del suscrito.

La costumbre de nuestros antepasados indígenas de lanzar tizones encendidos al aire para ahuyentar los malos espíritus en los entierros, al fundirse con la muy costumbre española de la pólvora produjo el nefasto resultado de los disparos al aire para despedir un año u otros eventos.

No es necesario saber balística, sino que deducir que todo lo que sube cae.

Después de esta somera explicación, entremos a hablar un poco de balística. Las armas, tiene un interior que se llama anima, y esta tiene unas estrías, a la izquierda levógira o a la derecha dextrógira, que es la que le da la dirección al proyectil y este sale al rojo vivo. Para los que quieran ahondar, el proyectil, sube por el impulso, hasta un punto que se llama “Momentun” e inicia el descenso ya frio, a una velocidad constante por la fuerza de gravedad que es 9,99 metros por segundo. A esto se le multiplica el tiempo en segundos al cuadrado. La formula física es Velocidad constante = gt2, esto es, puede subir hasta cien metros, comienza a caer con velocidad constante y en 7 segundos de caída libre, alcanza casi la mitad de la velocidad de salida de la boca del arma, lógicamente, con menos poder de penetración en blindaje, porque no está al rojo vivo pero con capacidad de perforar un hueso craneal, atravesar un hombro hasta la vena aorta, herir o matar a una persona.

Lo titule, la ruleta rusa, porque la persona es dueña del disparo, mas no de sus consecuencias, el Diciembre pasado en Cartagena, falleció un menor por un disparo irresponsable de un borracho que lo hizo al aire.

En 1.970, en la misma ciudad, un hombre alicorado, disparo al aire en una caseta, el proyectil impacto en un clavo grueso de una viga, reboto y mato a otro en una mesa vecina que estaba libando alcohol. El homicida al ser detenido; lloro amargamente, pero no había nada que hacer sino conducirlo a la inspección de Policía de San Diego y después a la cárcel de Ternera.

En Soacha, falleció el día de los Magos otro menor que estaba en cuidados intensivos por culpa de los disparos al aire del 31 de Diciembre.

Esto es una tentativa de homicidio, que debe ser penalizada en el Código de Policía e incluir sanciones significativas para quienes realicen disparos al aire de manera injustificada como con arrestos o multas a los infractores.Pero lo principal, es que se debe crear conciencia que esta conducta no se debe continuar y parar estos homicidios por descuido.