Interesante el estudio de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que mide el bienestar de un país y lo compara con otros. Fabuloso el resultado de México: cuando se calcula el bienestar con variables reales -por ejemplo el nivel del ingreso de la población- salimos por debajo del promedio de los 41 países del estudio, incluso en algunos casos en último lugar; pero en el llamado “bienestar subjetivo” -resultados de encuestas donde la gente responde aspectos como qué tan satisfechos se encuentran en la vida-, México está por encima de la media de la OCDE. En suma, aunque objetivamente estemos jodidos, subjetivamente nos sentimos felices.
Estas son algunas variables que menciona el riguroso estudio que se encuentra en el sitio de la OCDE:
• “De 2007 a 2010 el ingreso real disponible de las familias en México acumuló un descenso de alrededor de 5%, una de las caídas más pronunciadas entre los países de la OCDE”.
• “A diferencia de la tendencia general, tanto la tasa de empleo como la tasa de desempleo a largo plazo se mantuvieron estables en México entre 2007 y 2012”.
• “En promedio, sólo una pequeña proporción de los trabajadores en los países de la OCDE trabajan más de 50 horas a la semana, aunque hay grandes variaciones entre los países. Turquía es, de lejos, el país con la mayor proporción de empleados que trabajan largas horas, con casi la mitad de ellos trabajando regularmente más de 50 horas a la semana, seguido por México e Israel, con casi una quinta parte de los empleados que trabajan largas horas”.
• “En 2010, en 19% de los hogares mexicanos con al menos uno de sus miembros empleados se dieron condiciones de pobreza de los ocupantes, y un 11% de los miembros de familias en las que todos los adultos trabajan estaban en situación de pobreza. Ambos porcentajes son los más altos en la OCDE”.
• “En todos los países de la OCDE, en torno a 90% de las personas reportan tener alguien con quien contar en tiempo de necesidad. Las redes de apoyo social parecen ser más débiles en Turquía, México, Corea y Grecia, y el más fuerte en Islandia, Irlanda, Reino Unido y Suiza. En Turquía y México, la proporción de encuestados que declaran que no tienen familiares o amigos a quien recurrir en caso de necesidad es más de cuatro veces mayor que en Irlanda e Islandia”.
• En México “la desigualdad salarial entre hombres y mujeres es de las menores en la OCDE. Pese a estos progresos, las mujeres mexicanas siguen teniendo menos posibilidades que los hombres de tener un trabajo remunerado o de ser elegidas al Parlamento, además de destinar muchas horas a labores domésticas o de no sentirse seguras si caminan solas por la noche. Una gran proporción de mexicanas ha denunciado también haber sido víctima de diversas formas de violencia en las que el agresor era su pareja”.
• “La gran mayoría de la población de 25-64 años de edad en los países de la OCDE tiene por lo menos un título de educación secundaria superior, con algunas excepciones, por ejemplo Portugal, Turquía y México, donde la proporción es inferior a 40%”.
• “Las habilidades cognitivas, según lo medido por los puntajes promedio en lectura, matemáticas y ciencia de alumnos de 15 años de edad varían entre los países. Son muchos más bajos que la media de la OCDE en Brasil, México y Chile, y mucho más altos en Finlandia, Corea y Japón”.
• “En la mayoría de países de la OCDE, los homicidios son bajos (por debajo de 2.5 homicidios por cada cien mil habitantes). Son, sin embargo, más de dos veces mayores en Estados Unidos, Estonia y Chile, e incluso mayores en México y Brasil”.
• “En Brasil y México, donde las tasas de homicidios son relativamente altas, las mujeres representan sólo 10% de todas las víctimas”.
• “En 2012, sólo una pequeña minoría de personas (4%) en los países de la OCDE informaron que habían sido víctima de un asalto en los 12 meses anteriores. Las tasas de victimización autoreportadas son dos puntos porcentuales menores en Canadá, Islandia, Países Bajos, Estados Unidos y Turquía. Sin embargo, estas tasas son más del doble altas en Brasil y Chile, y mucho más alta en México (13%)”.
A pesar de estar tan mal en tantas variables, el estudio encuentra que “a diferencia de la tendencia general, el porcentaje de mexicanos que afirmó estar muy satisfecho con su vida pasó de 55% al 70% de 2007 a 2012, uno de los mayores aumentos en la OCDE”. Lo dicho: jodidos, pero felices. Qué chingón…