Familiares y líderes de organizaciones sociales manifestaron su indignación y condenaron el asesinato de Isabel Ayala Nava, de 54 años de edad, última esposa del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, ocurrida poco después de las 13 horas del domingo en el poblado de Xaltianguis, en la zona rural de Acapulco.
En la agresión también fue acribillada por un grupo de hombres armados Reyna Ayala Nava, de 58 años, hermana de Isabel, cuando ambas salían de una iglesia evangélica, a la que pertenecían.
Sus cuerpos fueron velados en su casa del poblado de Xaltianguis, municipio de Acapulco, que fue custodiada por policías estatales.
“Mi madre merecía otra cosa. Mi madre tan valiosa, sobrevivió a la guerra sucia, no es posible. Yo quiero que se haga justicia, que este asesinato no quede impune”, expresó entre lágrimas Micaela Cabañas Ayala, hija de Lucio Cabañas, quien exigió al gobierno terminar con la violencia que azota a las comunidades de Guerrero.
Recordó que debido a la inseguridad, su familia pidió ayuda al ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo para cambiar de residencia, aunque nunca fue escuchada.
“Nuestro pueblo ha sufrido mucha agresión, no es la primera familia ni la primera mujer ni niños que han matado aquí. Ya no puedes ir a trabajar, ya no puedes ir al mercado, ya no puedes sacar a tus hijos al parque por las balaceras, los señores andan armados por las calles”
, denunció.
Al velorio asistieron representantes de organizaciones de izquierda y líderes históricos de la lucha social.
“Es un acontecimiento brutal que nos estremece a todos, son hechos que no deben darse en ningún rincón del país. El gobierno está obligado a hacer la investigación. Esto representa una pérdida irreparable y dolorosa”
, expresó Octaviano Santiago Dionicio, fundador del Partido de la Revolución Democrática en Guerrero, quien manifestó que el procurador de Justicia, Alberto López Rosas, “debe jugar un papel a la altura de lo que requiere la sociedad guerrerense”
.
El dirigente y fundador del partido del sol azteca en Guerrero, Eloy Cisneros Guillén, subrayó que las autoridades de seguridad pública tienen que poner empeño en detener los hechos de violencia. “Debe terminar esta situación. No es posible que las cosas sigan igual. No es posible que a plena luz del día saliendo de una iglesia donde hay muchas personas sean acribilladas dos mujeres”
, y recalcó que la violencia terminará cuando se castigue a los resposables.
En tanto, el Comité Cerezo y la asociación civil Nacidos en la Tempestad pidieron a las organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos nacionales e internacionales demanden al gobierno investigar los dos asesinatos y resguarde la integridad física y sicológica de Micaela Cabañas Ayala, hija del comandante guerrillero.
Fuente: La Jornada