La Cámara de Representantes del Congreso estadounidense aprobó ayer, con el apoyo de demócratas y republicanos, un proyecto de ley que advierte del riesgo que para la seguridad de EE.UU. puede suponer la creciente presencia de Irán en Latinoamérica. Asimismo, reclama al Departamento de Estado que elabore una «estrategia exhaustiva» para afrontar esa situación.
Según el texto aprobado, «Irán está persiguiendo la cooperación con países latinoamericanos mediante la firma de acuerdos económicos y de seguridad para crear una red de relaciones diplomáticas y económicas con el fin de amortizar el golpe de las sanciones internacionales y oponerse a los esfuerzos de Occidente por restringir sus ambiciones».
El proyecto de ley destaca que el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad ha hecho este año dos giras por la región, con visitas a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. Desde 2005, además, Irán ha construido 17 centros culturales en Latinoamérica y ha pasado de seis a once embajadas. Los legisladores también recuerdan las vinculaciones de Irán con Hezbolá, grupo al que se atribuyen atentados terroristas en Argentina en los años 90 y cuya presencia al menos en Venezuela ha sido denunciada.
La Cámara de Representantes también solicita a la Administración del presidente Barack Obama que elabore un plan para resguardar las fronteras de EE.UU. con México y Canadá, con el fin de prevenir la entrada de elementos extremistas iraníes. Esto se hace eco de la revelación el año pasado de que desde Irán se había planeado un atentado contra el embajador saudí en Washington, con colaboración de carteles de droga mexicanos. También se pide un plan de acción para privar a Irán del apoyo financiero que encuentra en los países latinoamericanos, los cuales presuntamente le permiten evadir las sanciones económicas impuestas internacionalmente contra Teherán.